A pesar de todo lo que se habla y de lo que muchos pudieran pensar desde fuera de la ciudad de la Alhambra, la derrota de los rojiblancos el pasado domingo no hace peligrar a Anquela, ni mucho menos. Aunque la situación del equipo en la tabla es decepcionante al ocupar la penúltima posición y la racha negativa de derrotas se extiende ya a 4 partidos consecutivos, este fin de semana lo que se vio sobre el césped nada tiene que ver con lo que venía sucediendo partidos atrás.
El equipo se mostró con otra actitud, incluso a pesar de que todo se puso cuesta arriba desde muy pronto. Pero no cejaron en el empeño de jugar, de hacer un buen partido, de mostrar que quieren y pueden hacer un buen fútbol. Mejoró la presión, con una elevada intensidad a la hora de defender, y desplegaron un mejor juego de creación basado en la movilidad y la velocidad en las transiciones. Un cambio drástico nada que ver con hace un par de semanas. En el paso por vestuarios Anquela motivó correctamente a los suyos. Durante la segunda mitad el equipo salió convencido de que se podía remontar, creando muchas ocasiones al rival y estando a punto de igualar el marcador. Incluso a la desesperada, cuando Anquela transformó totalmente el dibujo para jugar con una linea defensiva con solo 3 jugadores y colocando en el campo a sus tres delanteros disponibles. Si tenían que morir lo harían con las botas puestas. Los rojiblancos merecieron el empate, aunque también es cierto que en algunas contras el Athletic pudo sentenciar antes. Pero en el fútbol también infiere la fortuna, y el rival, y en la noche del domingo ni la pelota quiso entrar ni Iraizoz lo permitió.
Este equipo tiene mucho margen de mejora, ahora se empieza a ver la verdadera progresión de algunos jugadores. Brahimi que quiere convertirse en el timón del equipo, incluso con buena llegada a puerta aunque debe afinar la puntería. El Arabi empieza a ser determinante desde que juega en punta con 4 goles en las ultimas 4 jornadas, y cada disparo seguro hace contener el aliento del aficionado. Torje con su arrojo insaciable que no da un balón por perdido y su endiablada velocidad pone a prueba a las defensas contrarias. La vuelta de Benítez ha dado mucha frescura al equipo, aportando compromiso a sus compañeros y un vitalismo y una profundidad que ha aumentado el juego de los suyos, mejorando las prestaciones de Orellana al que ha mandado al banco, y con su ayuda Siqueira también ha elevado su rendimiento y sus llegadas a campo contrario. A la vez que fue el retorno de Mikel Rico, al que se le vio como el jugador "bot to box" de la pasada campaña. Y la plantilla apoya al técnico jienense e intentarán revertir la situación.
Anquela llegó llorando a los vestuarios el pasado domingo, fruto de la frustración de que la fortuna dio la espalda a un equipo que se vació sobre el césped. Así es el fútbol. Todos lo apollar. Hay confianza en que el juego mejorará y remontarán plazas en la clasificación. Es una situación tensa por los malos resultados, pero esta nueva imagen da un margen de confianza al preparador, tanto desde la grada que acabó contenta con lo que vieron aunque no con el resultado, como desde el palco, que tienen confianza ciega en Juan Antonio. Posiblemente el limite sea la primera vuelta, sobre todo mirando el futuro más próximo rindiendo visita al Betis y recibiendo al enchufado Atlético de Madrid, aunque todos esperan que para entonces ni nos acordemos de lo que hoy se está hablando.
El caso Muñiz:
El partido se puso muy en contra desde el principio, supeditado a los errores arbitrales de un trencilla que tiene enfilados a los rojiblancos, y es que en los cuatro encuentros en los que se ha cruzado con el Granada "por casualidad" siempre han perdido los nazaríes. Y todo viene de la temporada pasada, cuando en el choque contra el Barcelona en Los Carmenes, con mucha polémica y expulsiones sin sentido, dispensó un trato nada respetuoso y algo arrogante hacia algunos jugadores rojiblancos, lo que motivó que estos denunciaran este comportamiento ilógico ante los medios. Desde entonces, tres partidos más y tres derrotas, con el aliciente de no otorgar un trato imparcial en sus decisiones, que siempre beneficiaban al rival e iban minando la moral de los granadinos hasta conseguir frustrarlos y sacarlos del partido.
Este domingo todo iba enfilado por el mismo camino. Cualquier toque de los granadinos era falta, o incluso tarjeta; pero ni mucho menos para el rival. Se sacó un penalti de la manga que en ninguna imagen se ha llegado a poder apreciar, y que él tildó de agresión en el acta. ¿ Entonces porque no lo expulsó? Otro error más. Después en el segundo gol otra nueva pifia, al no apreciar el claro fuera de juego de Muniaín que hace por jugar el balón. Esta vez fue su auxiliar el que no estuvo atento. Una escalofriante entrada de Amorebieta sobre Dani Benítez que retorcio completamente su tobillo no implicó sanción para él, cuando viendo las imágenes debió mandar al vene Y lo más grave fue empezar la segunda mitad sin que el portero del Athletic estuviera bajo palos. ¿Y si el Granada hubiera marcado?.
El domingo el "bueno" de Muñiz volvió a demostrar que su nivel no es ni mucho menos el necesario para arbitrar en la máxima competición española. Como lo viene demostrando desde hace ya bastantes temporadas. Pero inexplicablemente ahí sigue engominado, mostrando cada domingo su amplio repertorio de errores y comportamiento chulesco. Un problema para el gremio que se identifique al colectivo arbitral con personajes así.
Cipri, redactor del Granada CF para 6cero.com. Sígueme en twitter: @funkcje
A Anquela hay que darle un poco de tiempo , hay que tener en cuenta que se está estrenando en Primera . Espero que su proyecto no se resienta con esta racha negativa .
ResponderEliminarUn saludo