El Granada tiene que visitar Vigo, recibir al Mallorca y jugar en la Romareda, 3 rivales directos que ahora mismo están por debajo des nazaríes en la tabla. Lo mejor de todo es que se encara esta fase de campeonato con la moral bien alta y desde el regreso de Lucas al banquillo ha implantado un cambio importante de actitud al equipo. Solo queda que los rojiblancos refrenden estas buenas sensaciones contra rivales directos, con el aliciente de que no solo facilitaría el camino a los granadinos sino que complicaría mucho a sus rivales que podrían quedarse descolgados. El problema es que precisamente ahora encadenar una racha de malos resultados daría vida a los contrincantes por la salvación y sería un mal augurio de cara a lo que queda de temporada.
Otro factores a tener muy en cuenta es el gol-average, tan importante en la zona baja de la tabla y por la que se vienen decidiendo descensos en las ultimas temporadas. Con Celta y allorca ahora mismo el Granada lo tiene ganado, sin embargo debería darle la vuelta al tanteador particular contra el Zaragoza.
El Granada encara estos 3 partidos en los que podría dejar medio sentenciada la permanencia, con la plantilla bastante reforzada con jugadores importantes, en aparentemente un buen estado físico y con la red sobre el vacío que aportan los 6 puntos de ventaja que tiene sobre el descenso. Es el momento de que los rojiblancos muestren su mejor cara, que los pilares del vestuario saquen su carisma y que los jugadores importantes expriman esa calidad que define partidos, solo así existen posibilidades de salir victorioso de este complicado reto. No se debe bajar la guardia ni menospreciar a los rivales, sino llegar a estos duelos con la concentración y la mentalidad necesaria para ser más fuertes que el contrario. No se puede hablar de finales, pero la plantilla debe mentalizarse que tras estos tres enfrentamientos pueden tener entre sus manos el trofeo que todo el mundo les pide, la salvación sin apuros.
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