El encuentro del sábado en Los Cármenes posiblemente haya sido el mejor partido no solo de la temporada sino de mucho tiempo. El Granada pasó por encima del Valladolid en juego y ocasiones aunque el marcador final no lo reflejara así. Una vez más el fútbol fue injusto y el equipo que más mereció la victoria no la obtuvo por pequeños detalles. Pero dejó destellos y sensaciones positivas de cara a las ultimas jornadas del campeonato.
Pasamos a analizar las claves del último partido.
1 La grada fue el jugador número 12:
La afición rojiblanca no quiso dejar a los suyos solos ante el importante partido contra el Valladolid. Un espectacular recibimiento al equipo en su llegada en autobús al estadio y la inmejorable actitud durante el choque dieron alas a los suyos. La grada al completo pero comandada por las peñas del fondo sur caldearon el ambiente y llevaron en volandas a los jugadores que deseaban resarcirse de las ultimas derrotas y volver a ganar. Y con el empuje de la hinchada parecía bastante más fácil. Este partido al menos sirvió para la reconciliación entre la afición granadinista y el equipo.
2 Cambio de actitud:
El equipo se repuso con coraje a las dos humillantes derrotas contra Betis y Atlético. Mostró su mejor cara posiblemente de toda la temporada y mordió al rival que fue incapaz de frenar el ímpetu rojiblanco. Todo el equipo jugó a un gran nivel y las dos sustituciones mejoraron a sus relevos cuando estos habían mermado físicamente. El equipo no se escondió y mostró la gallardía de un club que quiere salir de la situación tan complicada en la que está metido. Atacó con criterio y finalizó las jugadas con peligrosos disparos a puerta. Ese debe ser el camino a seguir en las jornadas restantes.
3 El Arabi a un alto nivel:
Aunque no fue el único jugador rojiblanco que tuvo un gran rendimiento en la tarde del sábado, sí que fue el que mas destacó a la hora de finalizar de cara a puerta. Con mucho criterio y movilidad consiguió volver locos a los centrales blanquivioletas y rematar prácticamente todo lo que rondaba por el área. Su mejoría y participación en el juego ha sido fascinante, con el broche de anotar el gol del empate. Ahora deberá ratificar que le ha ganado el puesto a Aranda y si sigue jugando a ese nivel posiblemente se convierta en el delantero de referencia.
4 Jaime inspirado:
Bajo la portería pucelana parecía que había un muro que repelía cualquier balón que se encaminaba a las mallas. Daba igual que fuera colocado, picado, ajustado al poste o de rebote, ahí estaba el portero del Valladolid para evitar el gol local. Y para postre ya era un viejo conocido de la parroquia rojiblanca. Jaime era el portero del Elche en los play-off de ascenso a primera. El mismo que paró dos penaltis consecutivos a Abel Gómez en Los Cármenes en el descuento del partido de ida. Pero si fuera poco, su relación con Quique Pina viene de largo, ya que fue el portero titular del Ciudad de Murcia y del Granada 74. Pues al parecer a Jaime le debe motivar jugar contra el Granada porque suele salirse en los partidos contra los rojiblancos, además de que en el Valladolid no suele ser el portero titular.
5 Sensación agridulce:
Las numerosas ocasiones y la gran cantidad de disparos a puerta solo valieron para marcar un gol. Y esta vez no por la falta de puntería sino por Jaime. La sensación es que si en uno de los mejores partidos de los granadinos no han sido capaces de ganar, en un partido de menos nivel parece imposible ni tan siquiera que puntúen Al menos el resto de equipos de abajo calca en resultados a los rojiblancos. Lo único es que da la sensación que los granadinos tienen mejor nivel que sus competidores por la permanencia, pero con la sensación agridulce de la falta de fortuna que sí que tienen el resto. Sin esa fortuna ya son 9 jornadas consecutivas sin ganar las que llevan los granadinos, un pesado lastre.
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