Pero es la afición la que más sufre estos horarios, en primer lugar la local que no siempre puede acudir al campo debido a razones de trabajo y peor aún la visitante a la que se impide acompañar a su equipo en los desplazamientos. Muchos rojiblancos deseaban por ejemplo acudir a San Mamés para acompañar al equipo y despedirse de ese estadio histórico del fútbol español que a final de temporada dejará de contemplar los partidos de los leones, pero al fijarse el encuentro para la noche del lunes impedirá a la gran mayoría cumplir su deseo. Todo esto unido a la crisis y al desproporcionado coste de las entradas provoca que nos estemos acostumbrando a ver cada vez los estadios más vacíos y contemplar con envidia otros modelos dirigidos hacia la afición como en Alemania o Inglaterra.
En la nueva era del "fútbol-negocio", la televisión controla al organismo futbolístico español. Desean ofrecer en un solo canal todos los partidos de la jornada para lo que hace falta que no coincidan en horario y propagando la jornada desde el viernes hasta el lunes. La diversidad de horarios complica cada día más a los aficionados que acuden a ver el fútbol en el estadio y que en parte mantienen a los clubes, sobre todo a los modestos que a la vez son los mas castigados por los horarios indecentes. Raro es que los equipos mediáticos jueguen en lunes ya tienen la excusa de jugar competiciones europeas, pero es una clara discriminación hacia el resto de clubes. Pues a falta de asignar aún nueve jornadas los más afectados por el "fútbol los lunes" son Valladolid, Sevilla, Betis, Rayo o Granada entre otros.
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